PATRIMONIO CULTURAL
22/11/2021
La historia es cada pequeño momento que vivimos, no conceptos a grandes rasgos. Se amplía el concepto de bienes culturales: como arquitectura monumental, obras de arte, arquitectura menor o popular, arquitectura militar-defensiva, testigos del trabajo (herramientas), testigos de la producción industrial, testigos de la cultura agraria, testigos de la cultura gastronómica, antigüedades, …
Para la protección de los bienes culturales de los conflictos se firmó la convención de la haya, un documento oficial en que la Unesco acordó protegerlos. De hecho, posteriormente la Unesco los clasificó y amplió.
La necesidad de conservar el patrimonio viene del valor sentimental, cultural, artístico, histórico, de autenticidad, de antigüedad, funcional y económico que tenemos respecto a ese bien.
En la arquitectura no solo es importante el valor que se observa desde el exterior, sino que también hay aspectos que no se ven a primera vista, como el material que se ha utilizado, las técnicas constructivas, formas y dimensiones, colores, materiales, texturas, carácter, uso, entorno, significados, …
Para conservar y proteger el patrimonio hay distintos métodos:
- Instrumentos legislativos: consta de proteger mediante acciones jurídicas, normas administrativas, etc. Se organiza un listado, un inventario, donde se recogen los bienes. Finalmente se cataloga, además de hacer un inventario, lo que se hace es un estudio más profundizado y detallado respecto a los bienes.
- Acciones de intervención para conservar:
- Preservar. Evitar y reducir los posibles daños futuros. Salvarlo antes de tiempo.
- Mantener. Es una especie de conservación que se hace con reparaciones mínimas y necesarias.
- Consolidar. Intervenciones para reforzar la estructura.
- Reparar. Recomponer algunos materiales constructivos que estaban dañados, deteriorados o rotos.
- Restaurar. Recuperación de la estética del edificio. En esta intervención es bastante complicada, ya que no se puede hacer cualquier restauración; va ligado al edificio original.
- Rehabilitar. Recuperar la funcionalidad de la estructura
- Reconstruir. En casos cuya identidad del edificio es muy importante, y está muy valorada por la población.
- Anastilosis. Recomposición del edificio, una vez caído, volverlo a poner en pie
- Ripristinar: quitar los añadidos que “sobran”, que se han añadido posteriormente. En contra se pierde todo aquello que se añadió, que por decirlo así también contribuye en la identidad única del edificio.
En esta foto se puede observar un claro ejemplo de una intervención de consolidación. Hay una pequeña capa de mortero aplicada entre la mampostería para reforzar la seguridad de las piedras y evitar que se desprendan y cause un problema mayor.