En una visita guiada por la bodega SOMMOS, en Barbastro, Huesca; nos hicieron una larga y tendida explicación sobre la fermentación del vino, los campos de cultivos de racimos, incluso sobre el edificio, porqué tiene esa forma tan peculiar.

La visita fue espectacular, de gran interés, aprendí muchas cosas acerca del vino y las uvas. Pero iré al grano, a lo más interesante: el edificio. Tiene un diseño un tanto diferente. No vas caminando por la calle y observas muchas construcciones así. Bueno por la calle en este caso no es, esa bodega está en el medio de la nada.

Aun así, lo más impactante no fue el diseño, sino el comentario de la guía. Su pregunta dirigida al grupo de turistas que éramos fue: ¿A que os recuerda este edificio? Escasamente la guía prosiguió con su discurso: ¿Verdad que os recuerda al museo Guggenheim de Bilbao?

Os puedo asegurar que os recordara a ese edifico es bastante raro, a menos que sola y únicamente tengáis en cuenta el color. Porque yo, al menos, no puedo observar ningún otro rasgo parecido.

Aquí os dejo las fotos de ambos, para que lo podáis observar también. Incluso algunas conclusiones que he podido extraer con solo ver el exterior:

Foto 1
Foto 3
Foto 2
Foto 4
  • Mientras que el edificio de SOMMOS es completamente simétrico en el alzado, el del museo no hay por donde ver ninguna simetría.
  • Otra característica es que el edificio del museo hay todo tipo de líneas, curvas y rectas, mientras que la bodega tan solo está formada, geométricamente por líneas rectas.

En mi opinión, para que algo te recuerde a otra cosa debería haber bastantes rasgos que se asimilen. De esta manera todo sería parecido. Viéramos lo que viéramos lo que viéramos estaríamos recordando en todo momento.

Tengo que añadir que esto ocurrió antes, bastante antes de tener los conocimientos que he adquirido en las clases.

La intención del arquitecto Jesús Marino Pascual, al pensar y diseñar este edificio fue que se basó en las montañas que se sitúan justo detrás del edificio; o al menos eso dijo la guía. Si realmente te fijas, en esa comparación si que puedes ver muchos más parecidos interesantes. No se si vosotros los lectores coincidís o no conmigo. Pero os invito a visitar ambos edificios, tanto el museo Guggenheim, en Bilbao, tanto por fuera como por dentro, como hacer una reserva para hacer una cata de vinos en las bodegas SOMMOS , en Barbastro, y contemplar con vuestros propios ojos semejantes proyectos; observad bien ambas formas fascinantes.

BIBLIOGRAFÍA: