No os ha pasado que estáis observando un paisaje en el coche, entre otros medios, y de repente este ha cambiado completa y drásticamente. Así sin darte cuenta ya no es lo mismo. O también otro claro ejemplo es el de u video científico que no hace mucho vi. En un vaso con un líquido transparente, no se que era eso la verdad, lo estaban removiendo y así de la nada pasaba de transparente a un color muy oscuro, casi negro diría yo. Sorprendente verdad. Pues a mi sí y cantidad de veces. Pues así de sorprendente es lo que os voy a contar. A mi me dejó boquiabierta.
Todo esto me pasó en Irlanda. Un viaje que hice con mis padres hace ya un par de veranos. Alquilamos un coche para desplazarnos por la isla. Íbamos en dirección a irlanda del Norte, admirando los chalés; supongo que para los irlandeses eso no eran chalets sino cosas, normales y corrientes. Aun así, para mí, por el tamaño de la casa y las dimensiones del terreno, los denominaría chalés. Ahora no me voy a entretener en eso, es interesante pero no viene al caso de lo que os quiero contar.
El cartel donde ponía que entrábamos en Irlanda del Norte, ni lo vimos. Pues nos dimos cuenta gracias a la diferencia de construcción. Eh ahí el sorprendente cambio del que os hablaba.
Así tan de repente vimos que el tamaño de la casa se reduce considerablemente, y la separación entre viviendas menguó. Al final deducimos que habíamos cambiado de país.
Me resultó bastante chocante que dos países con una historia casi conjunta y que compartan una misma superficie tengan tanta diferencia al cruzar una línea, si, una simple línea imaginaria.
Sería más comprensible que esa diferencia fuera por el mar irlandés ya que son dos islas separadas. Pero sí en una misma extensión una diferencia abismal.